Un reportatge emès ahir per la televisió pública danesa DR, gravat amb càmera oculta, va revelar que a la clínica Emece de Barcelona, que pertany al grup CBM, s'hi fan avortaments presumptament il·legals a dones embarassades de fins a més de set mesos. Les mares que interrompen el seu embaràs provenen de tot Europa amb aquest reclam, segons el reportatge.
Aquesta informació, gravada fa un mes, assenyala que aquest centre recorre de forma sistemàtica i fraudulenta a la clàusula legal que, a l'Estat espanyol, autoritza els avortaments sense límit de gestació "en cas de risc físic o mental greu per a la dona".
A Dinamarca l'avortament és legal fins a les dotze setmanes de l'embaràs. Un cop s'ha superat aquest període, són les autoritats sanitàries les que decideixen si permeten eliminar la criatura no nascuda. Només solen autoritzar-ho en cas de malformacions greus del fetus.
Testimonis reals
Al documental, una periodista danesa, embarassada de trenta setmanes, contacta amb la clínica barcelonina ocultant la seva professió. Després que les autoritats daneses li deneguin l'avortament, viatja fins a la capital catalana, on s'entrevista amb el director de la clínica Emece. El doctor Carlos Morín assegura que rep clientes de França, Gran Bretanya, Holanda, Alemanya i fins i tot Austràlia, i que el procediment és legal i sense riscs per a la dona.
El doctor explica que al fetus se li injecta al cor digoxina, una substància que serveix per tractar malalties cardíaques. El medicament provoca la mort per aturada cardíaca del nen no nascut abans que sigui extret de l'úter de la seva mare. La jove és sotmesa a tres proves psicològiques amb preguntes generals, amb l'argument que l'única forma de fer que l'avortament sigui legal és al·legar suposats problemes físics o psíquics. El director de la clínica, Carlos Morín, assenyala al vídeo que aquestes proves "només són burocràcia".
http://www.avui.cat/avui/diari/06/oct/30/279393.htm
La Vanguardia, 30 de noviembre de
2006
CIUDADANOS
COPENHAGUE. (Efe.) - Un reportaje emitido ayer por la
cadena de televisión pública danesa DR y grabado con cámara oculta reveló que
en la clínica Emece de Barcelona, perteneciente al
grupo CBM, se realizan
presuntamente abortos ilegales a mujeres embarazadas de hasta más de siete
meses procedentes de toda Europa. Según el reportaje, rodado hace un mes, es
este centro se recurriría de forma fraudulenta y sistemática a la cláusula
legal que en España autoriza abortos sin límite de tiempo de gestación en caso
de riesgo físico o mental grave para la mujer.
En el documental, una periodista danesa embarazada de 30
semanas contacta con la clínica barcelonesa ocultando su profesión y viaja
luego a Barcelona acompañada por otro periodista de la cadena, que se hace
pasar por un amigo, después de que las autoridades sanitarias danesas,
supuestamente, le hubieran denegado el aborto.
Se entrevistaron con el director de la clínica, Carlos
Morín, quien asegura que recibe clientes de diversos países europeos e incluso
Australia, y que el procedimiento es legal y sin riesgos para la mujer. Morín explica
ante la cámara oculta que al feto se le inyecta en el corazón digoxina,
sustancia que se usa para tratar enfermedades cardíacas, lo que le provoca la
muerte por parada cardíaca antes de que sea extraído del útero.
A la joven se le pide rellenar unos cuestionarios sobre
su salud y estado mental. Luego, es sometida a tres pruebas psicológicas con
preguntas generales, bajo el argumento de que la única forma de que el aborto
sea legal es aducir supuestos problemas físicos o psíquicos, a pesar de que
ella reconoce en la entrevista que su estado de salud es “bueno”. El director
de la clínica señala que esos trámites sólo son cuestiones de “burocracia”, y
en una entrevista posterior le comunica que todo está en orden y que el precio
de la operación es de 4.000 euros.
Cuando uno de los periodistas regresa a la clínica
revelando su verdadera identidad y acompañado por un cámara de televisión,
Morín dice que la operación no había sido autorizada y que faltaba otro examen
psicológico. No obstante, insiste en que el aborto es completamente legal,
antes de suspender repentinamente la conversación tras recibir una llamada a su
móvil e invitar a los periodistas a marcharse.
El documental ofrece también el testimonio de una joven
danesa que asegura haber abortado en la clínica (Emece), (ofrece también el testimonio)
de José María Simón Castellví, presidente de
Agencia Católica de Informaciones
Clínica abortista de Barcelona mataría bebés de más de siete meses de gestación
MADRID, 30 Oct. 06 (ACI).- Un reportaje de la televisión danesa reveló que una clínica abortista de Barcelona lucra con el "turismo del aborto" y ofrece macabros procedimientos a mujeres con más de siete meses de embarazo: Por cuatro mil euros, envenenaría a no nacidos que podrían sobrevivir a un parto prematuro, matándolos de un paro cardiaco en el vientre materno.
La agencia EFE informó que la cadena de televisión pública danesa DR ingresó con una cámara oculta en la clínica E.M.E.C.E. de Barcelona, perteneciente al grupo CBM, donde "se recurre de forma fraudulenta y sistemática a la cláusula legal que en España autoriza abortos sin límite de tiempo de gestación en caso de riesgo físico o mental grave para la mujer".
En Dinamarca el aborto es legal bajo cualquier pretexto hasta las 12 semanas de embarazo y después solo en caso de malformaciones graves del feto. Una periodista danesa embarazada de 30 semanas se comunicó con la clínica en cuestión para pedir un aborto.
Con cámara oculta se entrevistó con el director de la clínica Carlos Morín, quien aseguró que recibe clientes de Francia, Gran Bretaña, Holanda, Alemania e incluso Australia y que el procedimiento es legal y sin riesgos para la mujer.
Según EFE, Morín señaló que "al feto se le inyecta en el corazón 'digoxina', sustancia que se usa para tratar enfermedades cardíacas, lo que le provoca la muerte por parada cardíaca antes de que sea extraído del útero".
La periodista encubierta dejó en claro que quiere abortar porque supuestamente ha terminado con su pareja y no porque el bebé padezca algún problema. En la clínica solo le pidieron rellenar unos cuestionarios sobre su salud y estado mental.
"Luego, es sometida a tres pruebas psicológicas con preguntas generales, bajo el argumento de que la única forma de que el aborto sea legal es aducir supuestos problemas físicos o psíquicos, a pesar de que ella reconoce en la entrevista que su estado de salud es ‘bueno’", sostiene la agencia.
Lo insólito es que "el director de la clínica señala que esos trámites sólo son cuestiones de ‘burocracia’, y en una entrevista posterior, les comunica que todo está en orden y que el precio de la operación es de cuatro mil euros". El aborto nunca se produjo, los periodistas daneses regresaron revelando su identidad y Morín trató de argumentar que faltaban más exámenes.
El documental danés también ofreció el testimonio de una joven danesa que asegura haberse sometido a un aborto en la misma clínica en el años 2004, cuando estaba embarazada de 26 semanas (más de seis meses de gestación) y que apareció en escena un médico danés.
En el reportaje danés se incluyeron los testimonios de José María Simón Castellví, presidente de la Federación Internacional de Asociaciones Médicas Católicas (FIAMC), y Jesús Silva, catedrático de Derecho Penal de la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona.
Según Simón Castellví hay un "turismo de aborto" en España, miles de europeas han viajado a Barcelona para abortar y muchos de estos procedimientos son ilegales. Por su parte, Silva consideró que los trámites son "un teatro, una mentira con tests falsos" y en estos casos ocurren "unos por acción y otros por omisión cierran los ojos".
Hablan las víctimas
La Asociación de Víctimas del Aborto (AVA) denunció que cuenta con otros testimonios de mujeres que confirman que en la clínica de Barcelona "no dudan en cometer los delitos de falsificar documentos y fingir patología psiquiátrica para proceder al aborto".
AVA cita como ejemplo el caso de María, una española residente de la Comunidad Valenciana, de 40 años de edad, que se sometió en el año 2000 a un aborto con más de seis meses de embarazo porque "quería tener una hija y era un hijo varón lo que esperaba".
"Me atendió Carlos Morín, que me dijo que pagara y me hacían lo que quisiera, que ningún problema. Que le iban a poner una inyección a mi hijo para matarlo. Que firmara un papel que no recuerdo nada de lo que ponía", sostuvo María, quien poco después intentó suicidarse. "¿Cómo no me hicieron sopesar la locura de mi decisión? Mi hijo estaba sano y ellos eran médicos para velar por la salud de ambos", indicó.
Presentarán querella
Por su parte, la asociación E-Cristians anunció que presentará una querella contra Morín.
"Lo que llama la atención en todo el mundo es que mujeres que pertenecen a países que tienen legislaciones muy permisiva en materia de aborto, pero que como es lógico están siempre enmarcadas por unos límites legales, vengan a abortar a Barcelona. La paradoja radica en el hecho de que la legislación española en esta materia es mucho más restrictiva, dado que no hay una ley que permita abortar porque esta figura continúa siendo delito contemplado por el Código Penal. En teoría, los supuestos despenalizados son escasos y muy concretos. Hay, en consecuencia, un fraude escandaloso de ley que crea un precedente gravísimo", denunció E-Cristians.
http://www.aciprensa.com/noticia.php?n=14662
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